De cabeza quedó un auto Toyota que la mañana de este jueves se accidentó sobre la autopista Mérida-Cancún, sin que estuviera involucrado otro vehículo. Es decir, el guiador perdió el control y seguramente fue un “volantazo” lo que le hizo terminar así.
No se sabe cuál fue el motivo por el cual perdió el control del volante. Lo único que se supo fue que el guiador, identificado sólo como A.V., manejaba con dirección hacia la capital yucateca sobre esa vía, y a la altura del kilómetro 190 ocurrió el percance.
Luego de que se quedó sin control, habría intentado retomarlo maniobrando bruscamente, pero eso hizo que el auto perdiera estabilidad, volcó hasta quedar completamente de cabeza, y se arrastró varios metros hasta que finalmente se detuvo.
Paramédicos llegaron hasta el sitio del percance y valoraron al conductor, quien presentó sólo algunos golpes, y tomaron conocimiento de los hechos elementos de la Guardia Nacional para el deslinde de responsabilidades.