Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Tal pareciera que se le metió el chamuco ayer por la tarde a un sujeto, quien bajo los efectos del alcohol, entró a la Iglesia de San Juan y comenzó a maldecir a varios feligreses que como cada domingo rezaban en el lugar.
Al parecer, este sujeto, que ni su nombre pudo dar, estaba hasta las chanclas de drogo y como además está discapacitado, para evitar que algo le pudiera pasar en calles del centro, se lo llevaron a descansar a una fina celda de la Policía Municipal de Mérida.
Claro está que los agentes municipales intentaron calmarlo, pero ante la negativa, optaron por llevarlo a descansar.
En todo el rollo, el sujeto recitó varias mentadas a los polis que no hicieron más que tratar de calmarlo.