Redacción/De Peso
PROGRESO, Yucatán.- Quién sabe cuántas chevas se había tomado el guiador de un vehículo Matiz que la tarde de ayer se dio un trancazo bárbaro contra la cola de un Civic en la vía Mérida-Progreso, de norte a sur.
El guamazo estuvo tan fuerte que el Civic terminó estampado en el muro de contención, y lo más feo de todo fue que ninguno de los autos involucrados tenía seguro, por lo cual todo el dinero correspondiente a pagos tendría que salir del bolsillo de quien causó todo.
La jugada fue que ayer por la tarde, de norte a sur sobre esa vía, es decir, de retache hacia Mérida, iba un Matiz de placas YZP672A, cuyo guiador tenía más alcohol que sangre en las venas.
Fue por ello que luego de bajar el puente que está en el kilómetro 19 de esa vía, chocó por alcance el trasero de un Civic de numeral YYL803A que jalaba por delante en la misma dirección.
El trancazo hizo que el segundo vehículo quedara sin control hasta reventarse contra el muro metálico de contención, sin que milagrosamente saliera alguien lesionado.
De boleto llegaron agentes policiacos que tomaron nota de lo ocurrido para empezar a deslindar responsabilidades, pero todo se veía bastante claro.
Lo que no se veía muy claro, de plano, es cómo le iba a hacer el del Matiz para pagar los daños, pues no tenía aseguradora que lo respaldara, y lo peor es que estaba medio briago, de modo que se iba a poner más cañón el asunto.