Parece ser que la batería del auto le jugó una mala pasada a Edgar Chi y se incendió que volcho que manejaba que, para colmo de males, ni siquiera era de él.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- “Iba normal, como todos los días cuando de repente vi que comenzó a salir mucho humo blanco y sentí un fuerte olor a quemado, así que volteé para ver de qué se trataba; en eso, el fuego salió de golpe y comenzó a quemar el asiento. No pensé en nada, sólo salí como pude”, relató bien agitado Edgar Chi Peraza, mientras veía cómo se quemaba el carrito.
El chavo de 22 años de edad salió de su casa en la colonia San Lorenzo de Umán, a eso de las 8:30 de la mañana, en su volchito de placas ZAD1533, y al llegar al kilómetro 2+700, a la altura de “Granjas Futura”, sintió un fuerte olor a quemado en el asiento trasero, justo en donde se encuentra la batería.
Cuando se dio cuenta que su nave se estaba incendiando bajó rápidamente para tratar de apagar el fuego, pero no lo consiguió así que llamó a la Policía Municipal de Umán, y en unos minutos llegaron los uniformados acompañados de los bomberos que rápidamente sofocaron el incendio.
Por suerte, Edgar salió ileso, sólo muy asustado, pues además de ver cómo su nave se redujo a cenizas tuvo que llamar a su cuate Ismael Balam Caamal, dueño del volchito, quien avisó a los representantes de la aseguradora para que hicieran valer la lana que paga por si le ocurría cualquier accidente.
Al parecer lo que ocasionó que el Volkswagen se incendiara fue un cortocircuito en el cableado de la batería y según el ajustador de la aseguradora los daños fueron por más de 7 mil varos, por lo que el carro fue clasificado como pérdida total.