Por cegatona, una dama no vio la tremenda señal de alto y provocó un trancazo en la calle 64 por 43 del Centro de Mérida.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- “La verdad sí me pasé el alto, pero porque no lo vi, deberían ponerlo en un lugar donde sea más visible”, dijo la responsable del aparatoso accidente que se registró ayer en el cruce de las calles 64 por 43, mientras que el afectado también reconoció que quiso ganarle el paso y por eso no se detuvo.

Doña Manuela Pech manejaba el Aveo con placas UUA418D y propiedad de «Corporativo Red Aduanera», sobre la calle 43, con dirección de poniente a oriente y al llegar al cruce con la 64, continuó con su camino como si nada porque no vio el disco de alto y se aporreó contra el Avenger con matrícula ZAE324A; allí se dio cuenta que la había regado.

Luego de bajarse media sacada de onda porque no entendía la razón del otro conductor para no detenerse, se dio cuenta que la del error había sido ella, así que con la cola entre las patas, aceptó su culpa y buscó al chofer del Avenger para llegar a un acuerdo.

El problema es que quien conducía el segundo vehículo no era el propietario, sólo un empleado del taller mecánico en donde le darían el servicio y que como parte de las atenciones a sus clientes, van por lo carros hasta sus casas, los reparan y los regresan.

Así que el chavo, avisó al dueño del Avenger de lo sucedido, quien se lamentó en el alma ya que no tenía asegurada su nave y para colmo de males quien lo conducía en el momento del accidente señaló que se dio cuenta que Manuela no iba a frenar, pero quiso ganarle el paso así que aceleró y por eso el aporreón estuvo tan fuerte.