Un desconocido se pasó el alto con su nave y se estrelló contra un Kia y un Mercedes Benz estacionado. El causante del accidente huyó del lugar.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- El susto de su vida se llevaron una doña, un chavo y su perrito, que iban a todo dar en su nave, pues un imprudente conductor se les atravesó en el camino, ocasionado que se estrellaran contra él para luego darse a la fuga. El carro de lujo quedó desbaratado de la parte delantera, y aunque, los tres estaban nerviosos, la libraron sin un rasguño.

El Kia con placas YZW849A era conducido por una dama que resultó pérdida total, pues el frente se redujo a fierros retorcidos, plásticos rotos y neumáticos estallados. Lo que ocurrió en este accidente fue que la conductora iba de lo más tranquila con su hijo y su mascota sobre la calle 22 (de oriente a poniente) de la colonia Montes de Amé.

Es una nueva avenida que conecta la parte trasera de la plaza City Center con la antigua colonia, en los últimos meses ha crecido mucho; se construyen grandes edificios de departamentos, centros comerciales y súpermercados, todo esto ha ocasionado que la cantidad de carros que prefieren esa vía también haya aumentado.

La señora iba un poco rápido, pues es zona habitacional y rebasaba los 60 kilómetros por hora, pero no fue la culpable del aparatoso accidente, lo que ocurrió fue que sobre la calle 61 (de sur a norte) se le atravesó un sujeto que sin importarle nada se voló el alto entre camellones y se le atravesó en el camino.

Ella intentó frenar para evitar el choque pero no lo logró, la fuerza del golpe hizo que girara 90 grados, pero eso no fue todo, ya que en su huida el guiador responsable le pegó a un Mercedes Benz, que se encontraba estacionada sobre la calle 61.

El ruido hizo que algunos de los vecinos que viven una exclusiva privada de la zona salieran a ver lo que había pasado, ayudaron a la señora y a sus acompañantes a salir del carro y llamar a sus familiares.

En ese momento, una patrulla de la Policía Estatal pasaba por el lugar y persiguió al conductor responsable que ya le había pisado a fondo a su carro para largarse; por cierto, no se supo si dieron con él, aunque el área está repleta de cámaras.

El dueño del Mercedes Benz estacionado, estaba que no lo calentaba ni el sol, pues su nave “carítzima” terminó toda rayada y con tremenda abolladura.