Luego de rechazar un procedimiento abreviado para que sea condenado a 25 años de cárcel a Miguel Angel Niño Salazar le pareció mucho el tiempo y se fue a juicio oral, para que finalmente sea sentenciado a 37 años un mes y 14 días de prisión por sostener relaciones sexuales con un menor que trabajaba como “cerillito” de una tienda del poniente.
El Tribunal Segundo de Enjuiciamiento, durante la audiencia de individualización de sanciones, determinó imponerle, además, el pago de la reparación del daño moral por 80 mil pesos, una multa de 1,162 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente al cometerse los hechos, equivalente a la suma de 93 mil 657.20 pesos.
Los delitos por los cuales se le halló culpable fueron los de violación equiparada agravada y abuso sexual.
El sujeto, finalmente, confesó que sostuvo varios encuentros sexuales con el menor, pero qué éste lo buscaba, lo cual fue escuchado por su esposa y la madre del infante abusado.
También se le negó al sentenciado los substitutivos de prisión o el beneficio de libertad condicionada; será amonestado públicamente; se le suspenderán sus derechos políticos, y prohibirá acercarse a la víctima de manera permanente y definitiva.
Igualmente se condenó al sentenciado al pago de apoyo psicológico para la víctima, atendiendo a la propia naturaleza de los hechos, cuya cuantía podrá ser fijada en la etapa de ejecución.
Los hechos
Los días 29 y 31 de diciembre, entre las 8:00 y 13:00 horas, en el interior de un predio ubicado en el fraccionamiento Diamante Paseos de Opichén, el sentenciado ejerció violencia física y moral contra la víctima menor de edad de 13 años.
El 3 de enero de 2019, aproximadamente a las 9:00 horas, en un predio ubicado en esta misma colonia, realizó actos lascivos sin el propósito de llegar a la cópula con el menor de edad.
Todo lo anterior, porque la madre y el ahora procesado trabajaban en la misma tienda y el menor se desempeñaba ahí como “cerillito”.