Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Salvaje, duro y cañón estuvo el trancazo que ayer pasado el mediodía se dieron una poderosa camioneta Suburban y un pequeño vehículo Chevy en la esquina de las calles 55 y 56 del Centro de la ciudad. En la segunda nave viajaba una familia que de buena onda no salió lesionada, pero los daños sí estaban de llamar la atención, sobre todo porque la Suburban terminó embarrada contra un poste de la CFE.

De Peso tomó nota y supo entonces que sobre la 55 de poniente a oriente iba un don con su familia en el Chevy de matrícula ZAT848B, y al llegar a la esquina de la 56 no frenó, siguió de largo, porque según su versión de los hechos vio luz verde en el semáforo.

Apenas entraba al cruce cuando ¡rájale!, se lo prende una Suburban con numeral B03ANJ manejada por un jovenazo que iba sobre la segunda vía de sur a norte, y quien iguanas vio la verde en el semáforo.

Obvio, no se detuvo y al seguir le dio su agarrón al auto chirris, lo giró y golpeó de nuevo, para luego treparse a la banqueta del lado oriente en donde ¡crunch!, tronó contra un poste de metal.

No va usted a creerlo, pero no hubo lesionados en este aparatosísimo accidente. Agentes y peritos de la Policía Municipal tomaron nota de lo ocurrido para deslindar responsabilidades, y a ver qué pasaba porque el señor del Chevy, según comentó, hace pocos días compró la nave la cual tiene vencido el seguro. Qué mala onda.