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Juez guarda a «El Huero»

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Juez guarda a «El Huero»
Juez guarda a "El Huero"

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- El juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero accedió al cambio de medidas cautelares a favor de César Rogelio Reyes Barrueta (a) “El Huero” y decretó su resguardo domiciliario para salvaguardar su seguridad y porque está cooperando con las autoridades para el esclarecimiento del crimen de la señora Emma Gabriela Molina Canto.

De esta forma, Reyes Barrueta abandonó el reclusorio meridano en medio de un discreto operativo policiaco y fue internado en un domicilio que se mantiene en secreto.

Se le impuso un brazalete electrónico y que sea vigilado las 24 horas por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.

Esta medida se dio porque se teme por su seguridad y porque se busca beneficiarlo con un criterio de oportunidad, es decir, dejarlo libre completamente, además que se encuentra delicado de salud.

Ello porque Reyes Barrueta solicitó protección para su persona, pues sabe que la gente que lo buscó como intermediario para este asunto, es muy peligrosa y puede hacerle daño cuando se encuentre en el penal; de hecho ha recibido amenazas.

Antes, la víctima indirecta, la señora Ligia Teresita Canto Lugo y los abogados del sujeto, “pactaron” para que reciba este beneficio, pues ha aportado más datos para hundir por completo a su ex jefe, Martín Alberto Medina Sonda.

El arraigo domiciliario subsistirá hasta llevar a juicio a los demás implicados.

Una larga historia…

Emma Gabriela y Martín Alberto en 2001 contrajeron matrimonio y se separaron a finales de 2010 por violencia doméstica, luego de procrear a tres hijos.

El 23 de octubre de 2011, la juez Sandra Bermejo Burgos separó a los tres niños de su madre al otorgar la guarda y custodia a los abuelos paternos, Julio Medina Gurubel y Juana María Sonda Herrera.

Para el 6 de noviembre de 2012, mediante sendos plantones que organizó un grupo de personas a las puertas de los juzgados civiles y familiares y el Palacio de Gobierno, se exigió el rescate de los tres niños pequeños que fueron arrebatados de los brazos de su madre por parte de la citada juez, pidiendo que se cese, inhabilite y castigue a la funcionaria.

Indicaron que el 25 de mayo de ese año, Ema Gabriela, por medio de un operativo de agentes ministeriales de Tabasco que comandaba su esposo Medina Sonda, fue detenida y enviada a dicha entidad, acusada de retención indebida de una camioneta que el propio sujeto le entregó para el uso de su familia.

Incluso, Martín Alberto alardeaba de tener influencias con la Justicia yucateca, pues su abogado era el ex procurador Rafael Acosta Solís, y poseía dinero a raudales, pues era socio del secretario de Finanzas del Estado de Tabasco, José Sáinz Pineda.

Más tarde, la madre de Emma, la señora Ligia Teresita Canto Lugo fue detenida y encarcelada en un penal de máxima seguridad en Jalisco, acusada de cargos falsos que le endilgó su ex yerno, pero salió libre al demostrarse que fue una mentira.

Para el 29 de octubre de 2014, por sendos amparos de por medio, comparecieron ante el Juzgado Primero Penal los abuelos paternos, acusados de sustracción de menores en complicidad de su hijo Martín Alberto.

En ese entonces, Medina Sonda se encontraba recluido en el Cereso de Villahermosa, Tabasco, por confabularse con el ex gobernador Andrés Granier Melo y su tesorero, Juan Manuel Sains Pineda, para cometer un desvío de recursos federales por cientos de millones de pesos.

Incluso, Medina fue implicado en el hecho registrado en noviembre de 2007 cuando en el aeropuerto de Mérida el Ejército Mexicano cateaba un avión privado Cessna 340, procedente de Tabasco, encontrando 8 millones de pesos, los cuales reclamó como suyos.

Meses después, los menores Medina Sonda fueron rescatados por la PGR en la ciudad de Cancún,

El crimen

El 27 de marzo de 2017, en horas de la tarde, cuando la mujer llegaba a su domicilio en el fraccionamiento San Luis, fue interceptada por dos sujetos que la acuchillaron en el porch de la casa, en presencia de sus hijos.

En rápido operativo, fueron detenidos los tabasqueños Jonathan Mézquita Avalos y Oscar Miguel López Tovilla y fueron imputados a proceso por los delitos de homicidio calificado, contra la salud en su modalidad de narcomenudeo por posesión simple de cocaína y portación de armas e instrumentos prohibidos.

El 6 de abril, fue presentado ante el juez Mugarte Guerrero el ex chofer de Mario Alberto, César Rogelio Reyes Barrueta (a) “El Huero” y confesó quién le encargó que busque a los dos jóvenes tabasqueños para darle un “susto” a Ema Gabriela.

Dijo que conoció a Medina Sonda hace varios años y le prestó sus servicios de chofer en Tabasco, cuando éste era funcionario del gobierno de Andrés Graniel Melo y se ganó la confianza de su patrón.

De ahí que lo contactó desde el penal en que se encuentra recluido este sujeto, que por medio de terceras personas depositó en su cuenta bancaria 70 mil pesos para hacer el trabajo.

Luego, el 29 de septiembre, en busca de un criterio de oportunidad, Reyes Barrueta decidió colaborar para desmarcarse de su ex patrón, para establecer que éste fue el autor intelectual del crimen.

Esto se dio en audiencia a distancia en la que Medina Sonda estuvo al pendiente desde el penal de Tabasco, donde se encuentra recluido.

Proporcionó informes y dos correos electrónicos de Medina Sonda, que estaban ligados a una cuenta empresarial propiedad del también tabasqueño Julio Rosado Macossay, en donde se establece las órdenes que le daban para la planificación y ejecución del crimen.

El 14 de octubre, elementos de la Policía Estatal, fuertemente armados, por medio de un convoy, trasladaron desde Tabasco a Mérida, a Juan Ramón Moreno Hernández (a) “El Cachorro”, quien fue el que contactó a “El Huero” para que busque a los asesinos.

Moreno Hernández es hombre de confianza de Medina Sonda y maneja su dinero.

El 16 de octubre, los tabasqueños Mézquita Avalos y López Tovilla confesaron su participación directa en el homicidio y solicitaron que sean condenados a 18 años de cárcel, pero la parte agraviada no accedió al procedimiento abreviado, que había acordado un día antes.