Redacción De Peso
MÉRIDA, Yuc.- “No la vi, yo iba despacito porque estaba llevando a un viejito a su terapia, hice mi alto, aceché y luego pasé porque no vi ningún carro, hasta que sentí el golpe y la voltereta que nos dio”.

Esto dijo el guiador de un Tsuru luego de ser chocado por una poblana que al volante de un Platina iba como alma que lleva el diablo en el cruce de las calles 22 por 23 de la colonia García Ginerés.

En el Tsuru iba un hombre de avanzada edad y en el Platina iba como copiloto un joven con discapacidad y en la parte trasera una doña de la tercera edad, pero por suerte nadie salió lesionado.

La nota completa estará disponible este jueves en el De Peso impreso.