Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Debido a que Guillermo Rubén Santos Ortiz estaba ejerciendo alienación parental (en cristiano, le hablaba mal de su ex a su hijita), se buscó revocar la medida cautelar de visitar a la infante.
El asesor jurídico particular de la señora Karla Beatriz Martínez Quimé presentó un memorial solicitando la revisión de medidas cautelares, porque el imputado, cuando visita a su hija, le comenta del proceso y que ella lo va a meter a la cárcel y eso le causa temor a la chamaca.
Es por ello que se solicitó la prohibición de acercarse a la denunciante y a la hija, a lo que no accedió la juez de control Blanca Beatriz Bonilla, pero le llamó la atención al sujeto para que deponga esa actitud.
El tipo enfrenta proceso penal por el delito de incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar.
La pareja, a mediados de 2006, inició una relación sentimental y procreó una hija, que actualmente cuenta con 9 años.
Decidieron separarse 13 de noviembre de 2008 y se presentaron ante el Juzgado Tercero de lo Familiar del Primer Departamento Judicial del Estado unas diligencias de jurisdicción voluntaria para que se apruebe el convenio en el que Santos Ortiz se obligó y comprometió a pagar a favor de su hija la cantidad de 400 pesos en forma semanal.
Se dictó sentencia 19 de enero de 2009 y Guillermo Rubén, a partir de esa fecha no proporciona la cantidad acordada para la pensión alimenticia de su hija menor de edad, dinero que no ha depositado en la forma y cantidad acordada y aprobada por el Juez.
Sin embargo, se ha dedicado a hablar mal de la mujer que le dio una hija.