Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Luego de ser liberado del Centro de Readaptación Social de Mérida, un exrecluso que nacionalidad guatemalteca que era trasladado al Instituto Nacional de Migración, atacó a los custodios que lo llevaban para intentar darse a la fuga; por fortuna, ninguno de los dos oficiales resultó gravemente herido, así que pudieron frustrar la huida de su agresor.

Sólo unos cuantos minutos pudo disfrutar su libertad Maynor Dubón Vázquez quien luego de cumplir su condena en el Cereso de la capital yucateca, fue puesto en libertad pero debido a que es de nacionalidad guatemalteca, el trámite era llevarlo a las instalaciones del INM para que allí aclare su situación legal en el país.

Aunque en un principio se manejó que estaba sentenciado por narcomenudeo, luego se supo que el centroamericano tiene antecedentes penales en Yucatán desde 2005, cuando junto con otras personas fue procesado en el Juzgado Octavo Penal de Mérida por el delito de robo y transporte de bienes hurtados, tras el atraco a la empresa denominada “Polishine del Caribe”.

El 9 de octubre de 2015 fue la última ocasión en que fue detenido, por portar un arma de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y fue sentenciado a dos años de prisión por un Juzgado de Distrito.

En los primeros minutos de ayer jueves, los oficiales Moisés Emanuel Cruz González y Eliodoro Chim Gamboa recibieron la instrucción de trasladar a Maynor, pero, a unas cuadras de las oficinas del INM, en la calle 35 entre 62-A y 62 del centro de Mérida, el malandro sacó de sus ropas un arma blanca y los atacó, sin embargo los uniformados lograron evitar que las lesiones pusieran en riesgo sus vidas.

Luego del forcejeo uno terminó con una herida en la pierna y el otro en el brazo, mientras que el delincuente intentaba escapar, cosa que no logró pues Moisés y Eliodoro cumplieron con su deber sin importarles que su seguridad física.

Fuentes oficiales señalaron que Maynor no iba esposado, ya que al ser un hombre libre los derechos humanos lo prohíben y tampoco pueden pedir apoyo a la Secretaría de Seguridad Pública, pues no ha quebrantado ninguna ley.

Al final, el extranjero regresó al tambo y los dos oficiales reposaron el resto del día en sus hogares.