Después de salir de la chamba el pasado sábado, Filiberto Canché Balam, de 32 años, se fue a la feria de Yalcón a tomar una chelas con los cuates, pero cuando lo dejaron solo un momento se cayó en el cenote y no lo encontraron hasta ayer.
Redacción/De Peso
VALLADOLID, Yucatán.-Filiberto Canché Balam, de 32 años y quien se encontraba desaparecido desde el sábado pasado, apareció la mañana de ayer, pero flotando en las aguas de un cenote ubicado en el centro de la comisaría de Yalcón, del municipio de Valladolid.
El cuerpo de Fili, quien era originario de la también comisaría vallisoletana de Ticuch se encontraba en avanzado estado de descomposición lo que hace suponer que cayó a ese hoyanco natural durante el fin de semana.
Canché Balam, quien trabajaba en el Cedis del grupo «Merza», era buscado por sus familiares y policías municipales, pues salió de su chamba el sábado por la noche y se enroló con dos amigos, uno de ellos de nombre Javier Itzá Balam, y con ellos comenzó a tomar las chelas en conocida cantina de Valladolid para después dirigirse a la comisaría de Yalcón donde estaba en su apogeo la feria, y allí siguieron la parranda.
En esta última comisaría, el amigo del hoy occiso, al ver que ya no tenían más cervezas para seguir tomando, dijo que iría a comprar más, pero a eso de las 4:30 de la mañana, cuando regresó a un lado del cenote donde estaban tomando, vio que Canché Balam ya no estaba, por lo que pensó que ya lo habían dejado y mejor se retiró del lugar.
Al día siguiente causó extrañeza que Filiberto no llegara a su casa, por lo que su mamá Liberata Balam Mazún, de 64 años, comenzó a preocuparse, pues todos los días llegaba a dormir a Ticuch, por lo que dio parte a las autoridades municipales, que iniciaron la búsqueda en montes de Yalcón y de Ticuh, pero nunca se imaginaron que debido a su estado de ebriedad se había caído en el cenote de la primera población.
Cuando los elementos policiacos comenzaron a revisar todos los lugares donde estuvo, el martes por fin alguien dijo que la última vez que lo vio fue en el cenote, por lo que inmediatamente les cayó el veinte, pero ante la escasa visibilidad debido a que ya estaba cayendo la noche y tomando en cuenta que el cuerpo podría estar en las profundidades, esperaron que amaneciera.
Y no estuvieron tan errados, pues ayer apareció el cuerpo flotando, por lo que un grupo de bomberos, al mando de Isidro López Alvarez, descendió con equipo especial 25 metros hasta llegar a donde estaba el cadáver, al cual sujetó con una cuerda, para poder sacarlo a la superficie.
Debido a que desde el sábado cayó al cenote, el cuerpo ya presentaba estado de descomposición, por lo que lo colocaron en una camilla con dirección a la camioneta del Semefo.
El caso es que la mamá del difundo, doña Liberata, se aferraba en que quería ver a su hijo, pero dada las condiciones en como estaba, fue imposible que le cumplieran su petición.
El comisario de Ticuch, Hipólito Tec Pool, también se sumó a la búsqueda junto con otros habitantes de esa comisaría.
Llamó la atención de algunos habitantes que en la unidad del Servicio Médico Forense viajaba Antonio Villafaña, dueño de una funeraria y quien nada tenía que hacer en el interior, ya que no es empleado de la Fiscalía, pero como es compadre del médico Fernando Martínez García, pues goza de ciertos beneficios.