El degenerado Jesús Antonio Can González prefirió negociar con la justicia y someterse a un procedimiento abreviado, para finalmente ser condenado por abuso sexual agravado a 6 años y 3 meses de prisión por meter a la fuerza a una menor a una bodega para tocarla obscenamente.
Al respecto, el juez de Control, Kenny Martins Burgos Salazar, le impuso dicha sanción y 400 días multa.
También, le suspendió sus derechos políticos, le prohibió acercarse a la víctima y le impuso el pago de reparación del daño, además de que le negó los beneficios de sustitución de sanciones y condena condicional.
El 17 de enero, aproximadamente a las 21:45 horas, Jesús Antonio interceptó a su víctima cuando se encontraba caminando sobre la calle 135 por 50 de Cinco Colonias, rumbo a su casa, ubicada en esa misma arteria.
Poco antes de que la menor lograra llegar a su vivienda, le dio alcance por detrás y la sujetó, rodeándole la cintura con fuerza, para jalarla y meterla a la cochera de una bodega, la cual no tiene delimitación al frente.
Aunque la menor gritó pidiendo ayuda, le tapó la boca y le manoseó los senos por encima de la playera, para luego meterle la mano debajo de la falda, lo que hizo por espacio de 15 minutos, amenazándola de que si no dejaba de gritar la mataría ahí mismo.
En ese momento se escuchó el ruido de un vehículo estacionándose cerca y la víctima observó que se trataba de la Policía por el reflejo de las luces, lo cual aprovechó para zafarse y escapar hacia la unidad policiaca, refiriéndole a los uniformados lo sucedido.
Los polis procedieron a detener al sujeto para ponerlo a disposición de las autoridades correspondientes.