Apenas una semana tenía de haber salido de la agencia un lindo Beat, cuando un cafre presumiblemente ebrio, al mando de un Jetta, se le reventó en la parte trasera al carro nuevecito que estaba estacionado en la calle 20 entre 21 y 23 de la población de Kinchil.

Poco antes de la 1 de la mañana de este lunes, cuando los vecinos apenas empezaban a dormirse, escucharon un seco mameyazo en dicha arteria, justo a una cuadra de la plaza principal.

Y es que un Beat estacionado había sido chocado por el conductor del Jetta con placas ZAM439A, cuya propietaria del vehículo afectado, Rubí Dzul Pech, logró grabarse las placas de memoria tras salir corriendo detrás, pero el responsable del choque emprendió la huida por calles kinchileñas.

La joven Dzul Pech dijo que sólo se detuvo para bajar de su nueva nave y dejar a uno de sus sobrinos en su casa, y a los pocos segundos ocurrió la colisión.

Más tarde, con ayuda de vecinos y agentes de la Policía Municipal, el conductor del Jetta fue identificado como Julián Castro (a) «Parka», vecino de este pueblo y el cual se había ido a guardar en su domicilio de la calle 27 entre 18 y 20, a tan sólo dos cuadras de donde causó el percance con saldo de costoso daños materiales.

Las autoridades notificaron del incidente al padre de Julián, mientras la afectada habló a la aseguradora de su Beat con placas YXK475C, para los fines correspondientes.