Redacción/De Peso
UMÁN, Yucatán.- Varios metros entre la maleza avanzó un Aveo cuyo guiador se salió de camino en la carretera Xtepén-Yaxcopoil. Brincos y más brincos, tumbos y más tumbos dio la nave, hasta que finalmente se detuvo, no sin antes dañar una frágil estructura metálica que se le atravesó en el camino en medio de la hierba. Nadie salió lesionado.

El conductor era Alfonso Rangel Minaya, quien con otras personas que visitan nuestro estado jalaba en el Aveo de placas YWY185B en la vía mencionada.

A la altura del kilómetro 223, el guiador simplemente cerró sus ojitos porque le ganó el sueño dos segundos, tiempo suficiente para quedarse sin el control del vehículo, el cual se fue hacia la derecha y se metió entre la maleza, brincando arbustos, piedras, chocó contra una estructura metálica endeble que derribó parcialmente, y en medio de gritos de espanto, por fin logró detenerse metros adelante.

La mala onda fue que la nave sí tuvo sus buenos daños, y la buena onda fue que ninguna persona salió lesionada.

No hay tos, lo material regresa, la vida no (a menos que sea uno zombi). Agentes de la Policía Municipal de Umán se hicieron cargo de la situación para verificar si había aseguradora que respondiera por este percance mañanero.