Un hombre y una mujer que iban a bordo de una motocicleta fallecieron al instante al estrellarse de frente contra una camioneta Toyota, en la “curva del Diablo” de la carretera Kinchil-Celestún, a la altura del kilómetro 57.
Los cuerpos de marido y mujer quedaron tirados entre la maleza, e incluso sufrieron mutilación de algunas extremidades por lo violento del encontronazo. Los dos vehículos involucrados también quedaron fuera del camino, y la pareja que iba en la camioneta tuvo que ser llevada a un hospital.
Se averiguó que varios motociclistas de un club se retiraron de Celestún y emprendían el viaje de regreso a Mérida sobre la carretera mencionada. Por desgracia, a la altura de la curva de referencia, el matrimonio conformado por Luis L.M. y María D., que iban sobre una moto deportiva, se estrelló de frente contra una camioneta Toyota que se dirigía a Celestún.
El choque hizo que el guiador de la Toyota perdiera el control y se saliera de carretera, volcando en la maleza, y la moto salió disparada hacia el otro lado, cayendo sus ocupantes al pavimento y la maleza, ya sin vida.
El cuerpo de la mujer sufrió desprendimiento de una pierna, y al cadáver del varón se le amputó un brazo.
En la camioneta, dos personas quedaron severamente lesionadas, y en vehículo particular fueron llevadas de urgencia a un hospital de Mérida, arribando posteriormente agentes policiacos que aseguraron la zona y montaron un operativo, dejando la circulación vehicular sólo en uno de los carriles de la vía.
Se solicitó la intervención del Semefo para el levantamiento de los cuerpos, y se realizaría el peritaje correspondiente para determinar quién sería responsable del accidente, es decir, si motociclista o el guiador de la camioneta invadieron el carril contrario.
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