Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
La elección del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, para presidir la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) los próximos 6 meses, los primeros de Andrés Manuel López Obrador, sí sirve un poco para celebrar, como lo han hecho funcionarios públicos y aplaudidores de profesión, pero podría tener consecuencias más serias.
Moreno Cárdenas seguramente cabildeó (y convenció desde luego) con sus compañeros gobernadores para ocupar la presidencia de la Conago, lo que indica su habilidad para moverse en las altas esferas de la política nacional. Aunque es rotativa, sin las consensos necesarios es prácticamente imposible presidir el organismo, pues además del visto bueno de los gobernadores tampoco se podría sin el visto bueno del Presidente de la república, lo que se dificulta más si ese gobernante es de un partido diferente, como ahora.
Moreno Cárdenas saltó esos “obstáculos” y lo que sigue es hacer la labor de consensos, de coordinación, de cabildeo, para llevar al gobierno federal las inquietudes, las aspiraciones e incluso las demandas de los gobernadores. No es que el de Campeche se convierta en el gobernador más importante del país, pero una buena conducción de ese organismo sí lo coloca en una gran plataforma política.
Hay dos frentes en los que probablemente Moreno Cárdenas pueda aprovechar su presidencia en la Conago: por un lado, en afianzar una buena relación con el presidente López Obrador que era muy mala; por otro, relanzar su candidatura a la dirigencia nacional de su partido el PRI, que se renovará el año que viene.
Unas y otra situaciones son muy importantes para Moreno Cárdenas, considerando que en realidad la “fuerza política” de Campeche en el escenario nacional es muy reducida. Es decir, mejorar su relación con López Obrador y su gobierno lo beneficia a él y a Campeche; estar en el foco de la política y de los medios, le conviene como actor político priista.
Ya veremos.
Rendijas
—Por lo pronto, en la reunión de la Conago en la que fue electo Moreno Cárdenas, los gobernadores acordaron con Lopez Obrador que los “súper delegados” no participarán en las mesas o reuniones de seguridad. Quiere decir que de entrada, sea por la fuerza de la unión de los gobernadores que significa la Conago, sea porque el Presidente cedió, ya acotaron las funciones de los “súper delegados” que tanto incomodidad han causado a los gobernadores.