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El Postigo: Ayuntamientos quebrados; alcaldes engañan y se burlan

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El Postigo: Ayuntamientos quebrados; alcaldes engañan y se burlan

Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
Poco a poco empieza a dibujarse el verdadero rostro de las administraciones municipales. Ya sabemos, lo que les dan de participaciones alcanza para muy poco pues además de la sobrecargada nómina, del pago de servicios como la energía eléctrica y el seguro social, los alcaldes le meten el diente y la mano al presupuesto para satisfactores personales: vehículos, casas, viajes, comidas…

A cambio, los ciudadanos reciben malos servicios públicos y chácharas, eso sí, difundidos profusamente como si la entrega de algunas despensas, de algunos rollos de malla, tapar unos baches o gestionar permisos, fuera el maná para la vida feliz de las comunidades.

Con frecuencia les cuesta más difundir sus fotos en medios de comunicación, en redes sociales, que lo que costaron esas chácharas. Sí claro, todos los ayuntamientos están quebrados, pero los alcaldes se empeñan en maquillar todo para fines políticos, lo que al final resulta un engaño, un fraude y una burla para los ciudadanos que los eligieron.

Sandy Baas, la alcaldesa de Hopelchén, es un ejemplo de gobierno desde los medios de comunicación y redes. Con frecuencia publica fotos de sus caminatas “supervisando” obras, o entregando un par de rollos de malla ciclónica o alguna otra nimiedad, mientras los cheneros se hunden en la miseria por falta de todo. Aunque, eso sí, nos llegan noticias de una casota que se construye en su pueblo de origen.

En San Francisco de Campeche, capital, lo que ha habido en estos meses son dos cosas: pleitos con el gobierno del estado y servicios públicos a medias, bueno, bacheo que es lo que más difunde el alcalde Eliseo Fernández. ¿Y las obras? Cierto, lo dije ya, los ayuntamientos no tienen para obras a menos que gestionen ante los gobiernos Estatal o Federal.

Pero si en lugar de coincidir y conciliar, si en lugar de gestionar, si en lugar de pensar en los ciudadanos electores lo que hay es confrontación, soberbia, frivolidad, ostentación, ambición económica y política, y bajísimo coeficiente intelectual, entonces nos encontramos ejemplos como los de Sandy Baas o Eliseo Fernández, pero también a sujetos como Juan Enrique Gonzáles Chan de Calakmul o Rodolfo Bautista Pucde Escárcega.

Los ciudadanos no debemos resignarnos. Las libertades de que gozamos nos permiten disentir, criticar, señalar y denunciar a los malos gobernantes, que los hay en todos los niveles. Al alcance tenemos las redes sociales, pero no echemos en saco roto el brazo de la autoridad judicial aunque con frecuencia terminemos decepcionados de su actuación.

Rendijas

–Este sábado estará en Campeche la profesora Elba Esther Gordillo Morales para presentar su proyecto de partido “Redes Progresistas”, aunque también está el otro proyecto que impulsa de Maestros por México. Ya andan por Campeche enviados de la maestra Gordillo para afinar detalles, entre ellos el yerno.

Será en el 20 de Noviembre, el evento público, pero luego habrá una reunión cerrada con los alfiles de la maestra Gordillo en Campeche: el profesor Martín  Collí, Enrique Ku Herrera, entre otros. Claro, ni en pintura quiere ver la Gordillo a quienes la traicionaron aquí: Mario Tun Santoyo y José del Carmen Soberanis. Ya les platicaremos detalles.

–Lo denunció en Cauce Campeche TV nuestro compañero periodista Francisco Vázquez Burgos: el “negocio” que hacen las casas de empeño con objetos robados. Relató un caso, el de un robo de prendas, que la dueña luego recuperó en una casa de empeño y con la cual negoció, no denunciar ante las autoridades competentes, para recuperarlas. Y las recuperó.

Pero no puede ser así, no cuando hay un estado de derecho, leyes y autoridades que están obligadas a hacerlo valer. ¿Se vigila las casas de empeño? Es una tarea pendiente de las autoridades. Y usted tenga cuidado pues si ya la casa de empeño aceptó un objeto robado, lo más seguro es que quede ahí, que nadie vaya a recuperarlo y que pueda ser vendido a otra persona que, al comprarlo sin saber, también se estará involucrando en un ilícito.