El emblemático queso de bola, ingrediente estrella en las marquesitas, los helados y platillos como el queso relleno, continúa siendo un “dolor de cabeza” para comerciantes y restauranteros a pesar de que su precio ha comenzado a normalizarse tras una temporada de escasez.
Hasta hace unos meses, los vendedores de marquesitas adquirían este producto entre 300 y 350 pesos por pieza, pero durante las últimas semanas, el precio se disparó hasta los 500 pesos por unidad, afectando a negocios que dependen de este insumo para preparar sus platillos más populares.
Jorge Canul, quien se dedica a la venta de marquesitas desde hace más de 15 años en el Centro Histórico de Mérida, comenta que tanto él como muchos de sus colegas han tenido que reducir la cantidad de queso que colocan en cada pieza, como medida para amortiguar el impacto.
En el “Lucas de Gálvez” y el “Chetumalito”, el precio por pieza sigue siendo elevado, aunque algunos locatarios aseguran que el costo ya comenzó a estabilizarse, pues actualmente el queso Edam, también conocido como queso de bola, se vende entre 350 pesos la unidad de 800 gramos, y 550 pesos la pieza de 1.5 kilos.
Los restauranteros que se dedican a la preparación de platillos tradicionales, también han tenido que hacer ajustes en su menú, no tanto por el tema de los precios, pero sí en cuanto a las cantidades que utilizan al momento de servir.
“El queso relleno es uno de nuestros platillos estrella, pero también representa una inversión fuerte, por eso ahora usamos menos cantidad en cada porción o incluso tratamos de ofrecerlo solo los fines de semana”, explicó Lourdes Pech, cocinera de un restaurante de comida típica en el centro de Mérida.
Hasta hace unas semanas, la empresa responsable de su importación emitió un comunicado dirigido a sus clientes en la que se disculpaba por las afectaciones derivadas del encarecimiento, asegurando que el abasto y los precios se regularizarían en junio, pero hasta ahora tal ajuste no se da al 100%.
(Información de Fernando Hoil)