La señora Remigia García, viuda de Canto, aún recuerda aquel 15 de abril de 1957, cuando sobre la calle 54 con 87 del segundo cuadro de Mérida cayó un avión de cuatro motores en el que viajaba el ídolo de México, Pedro Infante, quien falleció junto con cuatro personas más.

A pocos días de cumplirse 62 años de este fatídico accidente, doña Remigia hace memoria y platica de esa fecha, cuando se desplomó la aeronave que piloteaba el mazatleco, cayendo en el patio de un predio ubicado en ese cruce de calles.

La caída y posterior explosión aniquiló al instante a Pedro Infante y a sus compañeros de vuelo, Víctor Vidal y Marciano Bautista, lo mismo que a una joven llamada Ruth Rosel, quien estaba en un patio cercano, y al adolescente Baltazar Martín, quien junto con unos amigos se acercó a ver lo que había ocurrido.

Doña Remigia comenta que en la casa donde cayó el avión estaban su suegra, su marido y su cuñada, y de inmediato llegaron las autoridades para alejar a las decenas de curiosos que se arremolinaban en torno al accidente.

Asimismo, explicó que llegó gente del aeropuerto de Mérida, de donde había despegado la aeronave, entrando a la zona del percance un conocido de Pedro Infante, y luego de que trabajadores y autoridades “palanquearon” para despejar una parte de la cabina, aquél encontró un cadáver cuya cabeza quemada permitía observar una placa metálica. Era Pedro Infante, quien tuvo que recibir esa placa luego de un accidente también aéreo ocurrido años atrás.

Además, una esclava y un reloj permitieron confirmar la trágica noticia de que el ídolo de México, efectivamente, había fallecido en este trágico accidente.

En la esquina donde se suscitó esta tragedia que enlutó a todo el país, hay una placa que recuerda a las personas fallecidas, así como un busto de Pedro Infante. El monumento que preserva su memoria está en la calle 87 con 92.

(Foto: agencias)