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Enigmas: Un sitio de ‘espanto infantil’ en Umán

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Enigmas: Un sitio de ‘espanto infantil’ en Umán
El entrevistado muestra este misterioso sitio ubicado en Oxholón.

Por: Jorge Moreno
Oxholón es una comisaría de Umán que se ubica en la carretera hacia Samahil, y aunque es pequeño, ocurren situaciones paranormales dignas de ser contadas; uno de los sitios principales y misteriosos es el conocido como “Oratorio”, una especie de pequeña capilla que se ubica a un costado de la escuela primaria.

Este lugar tiene una peculiaridad casi única en todo el estado: ahí se enterraban a todos los niños pequeños que morían, tanto de esa población como en sitios cercanos.

Tiene más de 80 años de antigüedad y de acuerdo con la tradición y lo que nos contó el señor Gabriel Chi Dzul (la persona que nos invitó a ese sitio para conocerlo), en el siglo pasado había problemas de espacio en el cementerio municipal de Umán, y por lo tanto usaban esa fosa para enterrar a los niños pequeños.

De hecho, nuestro entrevistado, quien radica en esa población y trabaja en Mérida, comentó que tiene a un familiar enterrado allí. Lo que pude investigar en la hemeroteca y en unos libros de historia es que en los siglos XVIII, XIX y XX, se tenía la costumbre de construir estos llamados oratorios para enterrar a los niños que morían de enfermedades contagiosas o de epidemias, así como a los que morían al nacer, o bien, durante el embarazo.

También me enteré que mes a mes se les iba a hacer rezos especiales, pues según la antigua creencia, éstos no descansaban en paz y tardaban en irse y cruzar el umbral; también, durante las celebraciones anuales de los fieles difuntos se les oficiaban misas especiales.

En mis viajes por prácticamente todos los municipios de la península no había visto un oratorio en pie (casi todos ya fueron destruidos y los restos de los cadáveres trasladados a cementerios municipales) y, de hecho, el de Oxholón está casi en ruinas dada su antigüedad.

Hasta este punto podría parecer todo esto solo un dato anecdótico o histórico de las antiguas tradiciones; sin embargo, el motivo principal de acudir a este sitio a petición de nuestro entrevistado fue porque varios pobladores han reportado que en las noches e incluso durante el día, han podido ver o escuchar sombras y lamentos que provienen del interior del “Oratorio”.

De hecho, me comenta que su hijo estudia en la primaria que está a un costado de este sitio y a raíz de los reportes tuvo la curiosidad de tomar varias fotos cada vez que pasaba por ahí, saliendo en varias de ellas los famosos “orbs” e incluso en una de ellas se forma una especie de calavera.

Ya hemos analizado la foto y aunque el parecido con una calavera es muy claro, también sabemos que en ocasiones la casualidad puede hacer que se presenten esas formaciones sobre todo en paredes tan derruidas como las que tiene ese sitio.

Cabe mencionar que prácticamente ya no viven en ese pueblo los familiares de los difuntos que están enterrados allí; otros han fallecido y en el peor de los casos también hay personas que ya no se acuerdan de ir a llevar una ofrenda a sus muertos; las velas y veladores que están en el interior del oratorio corresponden a las que llevan los vecinos y se apiadan de ellos.

Lo único lamentable, según nos dijeron, es que a este sitio se le veía con respeto, pero a raíz de que hace casi dos años una personas de un canal de televisión fueron a y entraron sin permiso para quemar aceites porque según ellos veían al demonio, hizo que los niños de la primaria y otras personas que se enteraron y vieron el programa en la tele se sugestionaran y les diera más miedo pasar por allí.

En las dos visitas que yo hice a este oratorio no pasó nunca nada extraño y eso también hay que decirlo. Por cierto, en donde también les ha dado miedo, sobre todo a uno que otro taxista, ha sido en la carretera principal, ya que afirman que en la madrugada ven a una señora de negro sentada como si esperara la Combi, pero ésta de pronto desaparece.

También en los pozos de dos casas cercanas han visto en varias ocasiones aluxes y también se cuentan en Oxholón las clásicas historias sobre el Huaypeek (brujo que se convierte en perro) y de la Xtabay.