En el marco de sus 50 años de existencia, la secundaria “Benito Juárez García” presenta un panorama poco alentador respecto de las condiciones en sus instalaciones, las cuales se han convertido en un riesgo para sus alumnos y el personal que labora en el sitio.
La secundaria, que en el próximo mes de octubre cumplirá medio siglo de existencia, cuenta actualmente con una buena parte de los alumnos de nivel secundaria del puerto de Progreso, sin embargo, las condiciones de sus instalaciones van acorde con la edad de la institución, debido a que gran parte de los edificios que fungen como aulas presentan grietas y cuarteaduras, tanto en paredes como en techos.
Según señalaron docentes y trabajadores de la propia institución, tan solo en el área de los terceros grados, el segundo piso se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para todos, ya que los barandales que soportan el peso de decenas de alumnos, ya presentan síntomas de debilidad en las estructuras, por lo que los profesores durante los ciclos escolares anteriores han pedido a los estudiantes abstenerse de caminar muy cerca de la orilla con el temor de esta pueda venirse abajo.
La falta de atención y mantenimiento del sitio se refleja también en otras áreas, como lo son los salones, auditorio e incluso en las oficinas del personal, pero son mucho más evidentes en las bardas que delimitan la institución, mismas que en más de un tramo simplemente ya no existen, luego de que estas se derrumbaran por efectos del clima y las pésimas condiciones en las que se encontraban.
De acuerdo con el personal de la institución, en más de una ocasión se han generado oficios, llevado peticiones y demás gestiones en favor de la intervención del sitio, para reparaciones, remozamiento o cualquier acción que permita darle seguridad a los que utilizan la institución, sin embargo, todo ello ha resultado inútil.