La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró un ejemplar macho de jaguar negro, al que se le tuvo que amputar una pata luego de que se le tratara de forma inadecuada una lesión sufrida en el zoológico La Reina de Tizimín.
El animal quedó bajo resguardo del parque del Centenario, en Mérida, mientras se realizan las investigaciones correspondientes para determinar responsabilidades.
Este jaguar negro ni siquiera era propiedad del zoológico La Reina, sino que un criadero especializado se lo dio en préstamo el pasado mes de abril, con fines reproductivos.
La madrugada del 13 de mayo, el animal fue ubicado en la zona de dormitorios junto a un ejemplar hembra, en jaulas separadas, pero contiguas.
El macho metió la pata izquierda en el encierro de la hembra, y ésta lo mordió, causándole graves lesiones.
Dos días después, personal de La Reina llevó al jaguar negro al Centenario, dándose aviso a la Profepa. Inspectores de esta dependencia acudieron y se observó que la lesión que presentaba el felino, por un inadecuado cuidado, ameritaba la amputación de la extremidad, realizándose la intervención quirúrgica.
Ahora, el animal se quedó sin una pata y el zoológico está en problemas, y hay que recordar que en fechas recientes un león perdió la vida en ese mismo lugar, presuntamente a causa de un golpe de calor, pero hasta ahora no se ha dado un reporte oficial.
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