Rollo: Alex Torre
Despertó polémica y burlas el título de Tigres, que defendiéndose y con un partido que concluyó con un triste empate sin goles ante el favorito León, consiguió el campeonato de una criticada y devaluada Liga MX, que vivió una de las finales menos emocionantes en su historia.
“Tuca” Ferretti es un timonel exitoso, pero el poco espectáculo ofrecido es blanco de las críticas de un sector de aficionados. Esta es una final de las más cuestionadas en muchos años en el balompié mexicano.
León, que era un serio candidato al título, por sus tremendos y convincentes números en la temporada regular, con 12 triunfos al hilo que significó empatar un récord que fue del Necaxa durante 84 años.
León se ahogó en la Liguilla. A diferencia del poder goleador en la campaña, la Fiera hizo apenas un gol en sus últimos 4 compromisos (semifinal y final). Simplemente su creatividad ofensiva fue disminuyendo hasta apagarse cuando más era necesaria.
Tigres hizo lo mejor que les enseñó “Tuca”: defenderse y así fue como consiguieron su séptima estrella, aferrándose a la solitaria anotación de Gignac en el juego de ida.
Ahora bien, no se trata de criticar a Tigres, sino señalar a lo que ha obligado la competencia futbolera en nuestro país. El sistema fuerza a sumar juntos, a jugar a no perder, para clasificar a la Liguilla.
Por eso en el torneo observamos encuentros aburridos, en los que el equipo visitante opta por no jugar hacia adelante. El entrenador en muchos casos lo hace para salvar su trabajo y sus jugadores obedecen para mantenerse en el once inicial.
No obstante, el internet en dispositivos móviles ha llevado a los aficionados al fútbol a tener en un celular la señal de partidos de las mejores ligas europeas. Allá la competición es diferente y los clubes juegan a ganar y a ofrecer espectáculo.
Una diferencia abismal en calidad, con espectáculo y con las mejores figuras del fútbol mundial. Y los aficionados comparan y ven lo distante que está el futbol de nuestro país, que se ha quedado rezagado en muchos aspectos.
Al fútbol en México hay que devolverle, sobre todo, emoción. Y si en Europa se consigue en torneos largos en el que el campeón es el primer lugar, pues habría que considerar en regresar a la campaña de 38 juegos, como era antes.
En el tema de la Liguilla habría que evaluar qué tanto se gana y qué tanto se pierde.
Por lo pronto se puede advertir que para el segundo torneo del 2019 se tendrán 19 equipos (uno más) y seguirá con las mismas condiciones.
No creo que sea una buena retroalimentación leer en las redes sociales los comentarios que descalifican a Tigres. Hay quienes defienden el título diciendo que el objetivo era el título y que “Tuca” lo consiguió para Tigres, y tienen razón los que opinan de esa manera. Mi pregunta es si valió la pena.
Y por lo pronto, mañana miércoles se jugara la final de Europa League y el viernes de la Champions. Aquí ambas finales son a un juego y seguramente habrá goles y drama en cada una de estas.
Twitter @alextorre7