Ayer por la mañana reportaron el hallazgo de restos óseos que desató indignación y una fuerte movilización en un área verde del fraccionamiento Kuzamil, en Cancún, tras pensar que se trataba de un niño de aproximadamente 4 años de edad, envuelto en una hamaca de colores, por fortuna se trató de un perro y no un cuerpo humano.
Los hechos ocurrieron a las 10:30 de la mañana, cuando la central de emergencias recibió el reporte de una personas que dijo haber hallado los restos de un cuerpo sin vida, aparentemente de un niño de aproximadamente cuatro años de edad.
El informante agregó que probablemente el menor había sido abandonado en la zona selvática, debido que se encontraba envuelto en una hamaca de hilos de colores, por lo que de inmediato fueron enviadas al sitio autoridades policiacas.
Elementos de la policía ministerial que conforman la Fuerza de Respuesta y Atención Inmediata (FRAI) se trasladaron al área señalada por la persona que realizó el reporte y de inmediato se internaron entre la maleza.
Luego de un par de minutos, los policías localizaron una hamaca que despedía olores fétidos por lo que procedieron a inspeccionar el envoltorio descrito por el testigo y se percataron que se trataba del cadáver de un perro en avanzado estado de putrefacción.
Sin embargo, continuaron recorriendo la zona, y al no encontrar indicios de restos humanos, se retiraron del lugar e informaron al despachador del número de emergencias 911, que la alerta sería tomada como un llamado de auxilio falso.
Cabe señalar que todos los días el número 911 recibe por lo menos tres llamadas para reportar el hallazgo de un cadáver humano que resultan ser viseras de algún animal o el cuerpo de un perro en descomposición.