Tras la intensa búsqueda en Guerrero del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, de quien se creía que incluso podría haber sido víctima de un secuestro, fue localizado sano y salvo… pero el caso no termina ahí.
Se filtró de manera extraoficial que el obispo fue localizado el domingo 28 de abril en la habitación del motel Real de Ocotepec, y rescatado en estado inconsciente e intoxicado por una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana.
El Secretario de la CEM @IglesiaMexico @MonsRamonCastro emite el siguiente comunicado referente a la salud del Obispo Emérito de #Guerrero Salvador Rangel. @perezhabib#AbriendoLaConversación pic.twitter.com/QzHbozpSLl
— RadioFórmula Morelos (@RadioFormulaMor) May 2, 2024
Según reportó Excélsior, una ficha médica del hospital general de Cuernavaca, José G. Parres, reveló que un examen toxicológico realizado al prelado por presunto consumo de estupefacientes detectó en su organismo benzodiacepina, un medicamento psicotrópico utilizado por sus efectos sedantes, hipnóticos y ansiolíticos.
Confirma Comisionado Estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros que no fue secuestro exprés el que sufrió el obispo de #Chilpancingo, Salvador Rangel. Aseguró que el obispo entro de manera voluntaria a un Motel en #Ocotepec al norte de #Cuernavaca pic.twitter.com/XQACEBvPJp
— ComunicaMásMedia (@_ComunicaMas) May 2, 2024
También trascendió que Rangel Mendoza tenía consigo dos pastillas de sildenafil, utilizadas para tratar la disfunción eréctil y la hipertensión.
Por su parte el abogado del obispo, Pedro Martínez Bello, acusó que monseñor fue drogado y que vaciaron sus cuentas bancarias.
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