El pasado 18 de julio se incendió la catedral de la ciudad de Nantes, en Francia, y resultó ser un siniestro provocado, cuyo autor confesó todo ante las autoridades su acto, por lo que fue puesto tras las rejas e inició el proceso en su contra.
Se trata de un hombre de 39 años de edad, monaguillo del lugar y originario de Ruanda, quien se encargaba de cerrar todos los días.
“Mi cliente cooperó con la justicia”, dijo el abogado del criminal confeso, que está acusado de los delitos de “destrucción y degradación por incendio”, según publica adn40.
“Lamenta amargamente los hechos y hablar fue para él una liberación. Mi cliente está consumido por el remordimiento y superado por la magnitud de los hechos”, agregó el representante legal.
El ahora acusado reconoció ante el juez haber encendido los tres fuegos en la catedral: en el gran órgano, el pequeño órgano y en un panel eléctrico.
Este hombre de 39 años, un ruandés que llegó a Francia como refugiado hace varios años, era el encargado de cerrar la catedral la víspera del siniestro.
El monaguillo podría ser condenado a “una pena de 10 años de prisión y a una multa de 150 mil euros, según el fiscal del caso.
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