Tres días después de haber recibido en la cabeza una bala perdida, un niño de cinco años murió, y sus padres decidieron donar los órganos del pequeño para salvar la vida de otras personas.
El trágico hecho ocurrió en una colonia de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México. La familia celebraba el inicio de año y el pequeño dormía en una silla, pero de pronto se escuchó un ruido y vieron que el pobrecito empezó a sangrar de la cabeza, según informó el portal López-Dóriga.
Los familiares lo llevaron de inmediato a una clínica del IMSS y de ahí fue canalizado al Centro Médico Siglo XXI de la Ciudad de México, donde el niño murió por las heridas sufridas.
A pesar de lo trágico, el padre del menor muerto dijo que la familia decidió donar los órganos para salvar las vidas de otras personas.
“Mi hijo va a hacer felices a dos niños y es algo que a él le gustaba, ayudar a la gente y hacer feliz a los demás”, apuntó el señor Vicente, papá del niño, quien pidió a la ciudadanía hacer conciencia y evitar hacer disparos al aire libre.
“Un estúpido, un imprudente disparó a mi hijo. Me gustaría que tomen conciencia sobre esa estupidez. No trae un beneficio, al contrario. Trae mucha tristeza, acaban de destruir una familia, tan amorosa, tan llena de vida al llevarse a mi pequeño”, apuntó.