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Desgraciados intentan extorsionar a chavito de 10 años en la Ciudad de México

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Desgraciados intentan extorsionar a chavito de 10 años en la Ciudad de México

Los delincuentes ya no tienen perdón de Dios. Una bola de flojos, que en lugar de trabajar ya no buscan a quien perjudicar, intentaron extorsionar a un niño de solo 10 años. Le iban a quitar su Xbox y algo de joyería.

La tarde de este sábado, policías de la Ciudad de México afortunadamente frustraron un intento de extorsión contra el chavito y luego contra el padre del mismo.

Tanto el chaval como su jefe recibieron llamadas anónimas que les pedían objetos de valor a cambio de volver a ver a su familia.

Según la nota de excelsior.com, policías realizaban un recorrido de vigilancia cuando se percataron de un niño de 10 años solito, que pretendía entregar un XBOX y un par de arracadas.

De acuerdo con el menor, cuando estaba en su casa recibió la llamada de un hombre que le exigió objetos de valor de su hogar para poder ver nuevamente a su madre, por lo que tomó dichos artículos, que pretendía entregar en la estación del Chabacano del Metro.

De inmediato, los oficiales resguardaron al menor y se comunicaron con la mamá del mismo, quien les dijo a los policías que ella estaba perfectamente bien en el trabajo.

Minutos más tarde, arribó al paradero un hombre de 44 años, que dijo ser el padre del menor y al verlo bajo custodia policial cuestionó a los uniformados, por lo que de inmediato le informaron lo que había pasado.

El individuo declaró que al encontrarse en su negocio, también recibió una llamada telefónica en la que aseguraban tener secuestrado a su hijo y le exigían la entrega de 50 mil pesos para liberarlo; en un intercambio que se realizaría también en la estación Chabacano del Metro.

Posteriormente, la madre del menor llegó al lugar y junto con el padre acreditaron el parentesco con documentos oficiales; por lo que una vez reconocidos, les fue entregado el menor y recuperaron la consola de videojuegos y las arracadas.

Hay límites, pero los delincuentes de ahora parece que ya no los entienden e intentan robar a cualquiera, incluso a un niño de 10 años.