Un chavito de tan sólo dos años de edad quedó con un ojito de fuera y está a punto de perderlo por culpa de un fuerte golpe que le dio uno de sus familiares, en hechos ocurridos en el municipio de Tlaxiaco, en Oaxaca.
Según publica Excélsior, el asunto no ocurrió ahora, sino desde hace un mes, pero nunca fue atendido.
Lo que pasó fue que hace unos 30 días, el chavito identificado como Mario, de dos años y cuatro meses de edad, recibió un fuerte puñetazo de uno de sus familiares, pero nadie le dio importancia pues al parecer ese tipo de agresiones son comunes para él.
El caso es que su ojito izquierdo poco a poco empezó a hinchársele hasta que se le salió de la órbita.
Ahora sí, su mamá lo llevó a la Unidad Médica Rural 404 del IMSS-Bienestar, en Santa Lucía Monteverde, y desde su ingreso el 30 de junio pasado, el niño recibe tratamiento analgésico y antibiótico, además de tener un seguimiento continuo por su desnutrición severa, sin embargo, su estado de salud se reporta muy delicado.
La delegada de IMSS, Concepción Rueda Gómez, solicitó la tarde de ayer a la Secretaría de Salud coadyuvar en la atención médica de alta especialidad al pequeño Mario.
Asimismo, Donato Casas Escamilla, titular de los Servicios de Salud instruyó al personal médico del hospital de la niñez oaxaqueña “Guillermo Zárate Mijangos”, en el área metropolitana de Oaxaca para que brinde la atención oportuna al menor a partir de esta fecha.
La madrugada de este miércoles, el pequeño Mario, acompañado por su madre, fue ingresado al hospital infantil, lo trasladaron desde la clínica rural del IMSS a bordo de una ambulancia desde la Sierra Sur a la periferia de la ciudad de Oaxaca.
(Info y foto: excelsior)