Tres décadas (30 años) de apoyar y llevar tatuados los colores de un equipo no es tarea fácil. Así es la porra “Ultra-Sol” que hoy tiene por sobrenombre “Banda del Eterno Awante” que sigue apoyando a los Venados, ahora de Fútbol Club.

El único sobreviviente de esos inicios que surgió en 1988 es Guillermo Ramírez Marrufo, líder de la actual barra que grita y se apasiona por su conjunto a pesar de las penas que últimamente han dado, ya que si de glorias hablamos, la última vivida fue en 2009 cuando llevaban por mote los Venados de Mérida F.C. con ese inmemorable título.

“Éramos un grupo que nos reuníamos en un taller para irnos al estadio, ya ahí se juntaba más gente”, recordó el buen Memo, quien recordó a otros viejos conocidos como Román de la Rosa, Juan Zavala y a otros bajo su apodo como “El Vecino” y “Topoyiyo”, quienes iniciaron el grupo.

“Un día se decidió ponerle el nombre Ultra Sol porque un chavo que estaba con nosotros que le apodaban ‘El Caballo’ dijo esto no es sol esto es ultra sol y de ahí surgió”, relatando que los encuentros en aquella añorada época eran a las 15:00 horas.

“Soy el único que sigue activo y hay nuevas generaciones que siguen apoyando, esto es bueno”, comentó Ramírez Marrufo, añadiendo que por estas filas pasó su hijo, Saúl “Grillo” Ramírez, quien ahora es jugador de los Pumas de la UNAM y que se alista en sus fuerzas básicas.

(Rollo: Félix Zapata)