Rollo: Celia V. Franco C.
¿Qué haría si tuviera en sus manos 10 millones de pesos? Es fácil echar a andar la imaginación, ¿verdad? Comprar una casa, un carro, asegurar los estudios de nuestros hijos, comprar seguros médicos, unas merecidas vacaciones y así… la lista puede seguir, tan larga como nuestras necesidades y sueños.
Pues ahora piense: ¿qué haría con 257 millones 982 mil 891 pesos? ¿Qué? ¿No me diga que ni siquiera puede imaginarse cómo luciría tal cantidad? Porque precisamente esa es la escandalosa suma que se aprobaron la mayoría de los diputados en el Congreso local.
Ellos dicen que una buena parte de ese dinero se destina a los sueldos de los trabajadores y al mantenimiento del edificio, pero hasta donde se sabe los empleados del Poder Legislativo no ganan grandes sueldos y si hablamos del inmueble pues bueno… basta con decir que en el salón del pleno hay tremenda filtración que ya estropeó las paredes.
Aunque, a su favor, hay que decir que no todo ese dinero es para ellos, únicamente 156 millones 416 mil 635 serán para el Congreso del Estado porque 98 millones 178 mil 580 pesos se irán a la Auditoría Superior del Estado (ASEY) y 3 millones 387 mil 676 a la Unidad de Vigilancia y Evaluación de la ASEY. Aún así sigue un muchote y un poco más.
Mientras que los demás andan apretándose el cinturón porque todo indica que el presupuesto para el estado en el 2020 vendrá mucho menor al de los años anteriores por decisión del Gobierno Federal, los diputados se quieren servir con la cuchara grande.
Aunque en lo personal muy pocos son de mi agrado tengo que decir que la bancada panista votó en contra de dicho presupuesto, claro, al calor de que el Ejecutivo estatal (que es de su mismo partido) promueve la austeridad y tenía que dar su respaldo al Gober. Porque es bien sabido que a su coordinadora (Rosita Adriana) le encanta la lana y los lujos (si no lo cree basta con darse una vuelta por sus redes sociales).
Los priístas, encabezados por Felipe Cervera Hernández, alzaron las manos para respaldar la propuesta de su coordinador sin hacer ningún cuestionamiento, al menos público. ¿Dónde quedó aquella subfracción que surgió el año pasado entre los tricolores y que parecía ser más sensata?
La verdad es que, aunque luego muestren facturas y facturas en donde “demuestren” en qué gastaron cada centavo (esa es una de las cosas que más les gusta decir) y pretendan aparentar una transparencia total, nadie o muy pocos les creen.
Basta con ver el deterioro que ha tenido el edificio en tan solo dos años, porque hay que decirlo también, Celia Rivas se preocupó para que todo funcionara correctamente, o al menos hacía la finta; éstos… ni eso.
El director administrativo y de finanzas del Legislativo yucateco, Jordán Pérez Marfil, ha sido señalado en demasiadas ocasiones por su forma de hacer las cosas sin saber a quién beneficia. ¿Será que Felipe no sabe nada?
Y ahora, ¿qué sigue?