Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
El doctor José Narro Robles, ex rector de la UNAM y ahora ex aspirante a dirigir el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, se convirtió en noticia tras su renuncia a esa aspiración y también su renuncia a su militancia tricolor de 46 años.
En términos discursivos lo que denunció, es decir, sus razones, son enteramente válidas no porque sean exactamente ciertas sino porque simplemente son sus razones. Simulación, dados cargados a favor de Alejandro Moreno, presumible fraude electoral, etcétera, más la intervención de López Obrador en favor del ex gobernador de Campeche, no son más que elementos consustanciales al PRI.
Hay algunas cosas, sin embargo, que el doctor Narro no tomó en consideración antes de hacer pública su aspiración a dirigir el Comité Ejecutivo Nacional de su ahora ex partido: una, que la competencia es política, política partidista, con todo lo que ello implica; dos, que la elección es en el PRI, un partido de larga trayectoria (quizás la peor entre todos los partidos de México) acostumbrado al poder, con todo lo que ello implica.
Tres, que su ahora ex partido se ha conformado siempre de grupos, grupos políticos, no religiosos ni educativos, que buscan el poder de la política, con todo lo que ello implica; cuatro, no midió que su lucha era como la de una oveja con un partida de lobos, con todo lo que ello implica; cinco, que en política las lealtades y apoyos súbitos se desvanecen con la misma rapidez con que llegan, que también se puede resumir en “muera el Rey, viva el Rey”.
No le falta razón al doctor Narro en advertir que el PRI puede quedar al servicio del nuevo gobierno o “desaparecer”, pero digamos que eso todavía no sucede y que la nueva dirigencia, sea la de Moreno Cárdenas o alguno de los otros contendientes, al menos tendrá el beneficio de la duda.
Claro, su salida de la contienda y su renuncia al PRI tiene la validez que él mismo subrayó en su video de despedida:poner al servicio de su partido su hoja de vida, sin duda limpia, sin duda exitosa, sin duda valiosa. Habría servido al PRI, por supuesto, porque viene de su peor derrota electoral, porque esa derrota significa la desconfianza ciudadana, la falta de credibilidad por su vinculación a la corrupción, a la impunidad y otros males pero… doctor Narro, es política.
Rendijas
–Algunas personas de colonias como Samulá, Chiná e Ignacio Zaragoza encabezadas por el abogado Róger Reyes, protestaron en Palacio Federal contra la súper delegada Katia Meave y el subdelegado Manuel Zavala, quienes han informado del éxito de los programas de bienestar pero no han llegado a todas las familias de Campeche, como aseguran.
Acusaron a Zavala porque nunca está en sus oficinas y cuando está no los atiende. Amenazaron con hacer huelga de hambre si continúa la indiferencia de estos funcionarios federales.
–Ambientalistas champotoneros encabezados por Mario Cosgaya protestaron en las afueras del Congreso del Estado y denunciaron a la empresa Perla del Mar de saqueo de arena, concha y deforestación de manglar.