Juan de Dios Flores García, un trailero acostumbrado a manejar grandes distancias llevando mercancía de un estado a otro, tuvo ayer en la mañana un tremendo contratiempo que, para su buena suerte, no le quitó el sueño.
Lo que ocurrió es que Juna de Dios manejaba su pesada unidad sobre la carretera que conecta Mérida con Cancún, en el estado vecino de Quintana Roo, cuando sintió que el sueño lo vencía y por más que intentó mantenerse despierto para estacionarse a la orilla de la vía, no lo logró.
El trailero cerró sus ojos unos instantes, lo suficiente para perder el control de su pesada unidad, se metió al monte, pasó sobre un montículo de piedras de más de dos metros de alto hasta que por fin pudo frenar.
El operador se bajó apurado para checar si no había ocasionado un accidente vial, al ver que no, llamó de volada a su patrón, quien le dijo que enviaría al representante de su aseguradora, así que mientras esperaba se metió a su nave a dormir sin preocupación.
Los primeros en llegar al lugar del accidente fueron los policías del municipio de Kantunil, quienes se percataron que todo estaba bien y vigilaron que no se registrara otro percance por algún curioso que disminuyera su velocidad.