De nuevo el joven Guillermo Alejandro P. A. (a) «Pito» volvió a armar tremendo escándalo, bajo los influjos del alcohol, frente donde vive en la calle 20 entre 15 y 17 del municipio de Kinchil.
“Pito” llegó a su cantona después de chambear y de tomar los tragos, lo malo que el alcohol otra vez lo convirtió en «Hulk», pues empezo a amedrentar al que cruzaba por la puerta de su casa, hasta el grado de bajar piedras de la albarrada de su vecino Marco D. U. y lapidar la ventana y puerta de ese mismo.
De inmediato los colonos dieron aviso a la Policía Municipal kinchilense, cuyos agentes en esta ocasión sí llegaron, sin embargo, no pudieron detener al rijoso.
Hasta un carro patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) llegó al lugar, pero igual no se pudo arrestar al lapidador.
Uno de los uniformados dijo que es difícil detenerlo, ya que su familia lo protege y enseguida lo guarda en su domicilio. «Incluso sacó un cuchillo, por fortuna a nadie hirió”, señaló el agente.
Argelia P. A., hermana del “Pito”, contó al reportero que el joven llegó tranquilo a la casa después de pescar, pero que uno de sus carnales de su vecino Marco lo provocó y por eso se «encendió» y es que aseguró que los agentes lanzaron piedras contra su hermano.
Mientras son peras o son manzanas, el vecino afectado interpuso su denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE) con base en Hunucmá por daños en propiedad ajena.
Como dato, hace 15 días Guillermo se enfrascó con dos tipos igual ebrios en una lluvia de piedras.
Por último, poco antes de la medianoche un conato de bronca en un gremio de Kinchil, hizo sudar la gota gorda en los polis para detener a un broncudo.