Con el cachete izquierdo sobre el pavimento acabó anteanoche una camioneta Buik Verano, en la calle 29 entre 36-A y 38 de la colonia Jesús Carranza. A pesar de lo aparatoso del accidente no hubo lesionados.
El guiador de la troca de lujo, placas ZCM173A, bien pedernal (según vecinos), le pegó de refilón a la llanta de un Jetta estacionado, que sirvió como rampa, se levantó y volcó. El conductor, además de que se le revolvió el alcohol y la botana en el buche, terminó nomás con una lesión en el cuello, por el cinturón de seguridad.
Todo mundo por ese rumbo disfrutaba de la tranquila y fresca noche del miércoles, cuando de pronto se escuchó un estruendo en la calle. Al salir, los vecinos se encontraron con la camioneta volcada y a su conductor saliendo, como pudo, del vehículo.
En caliente dieron parte a la autoridades policiales y a su vez solicitaron la presencia de paramédicos y bomberos. En principio se decía que podría haber personas atrapadas en el interior de la camioneta, pues sólo se alcanzaban a ver zapatos de bebé.
Afortunadamente el conductor de la camioneta iba solo, de manera que al llegar bomberos, ambulancias y agentes estatales, sólo se limitaron a tomar nota de lo sucedido.
Los colonos del rumbo estaban molestos por el estado inconveniente en que conducía el chavo de la lujosa camioneta y al final de cuentas, a la autoridad “le hicieron de chivo los tamales” porque un sujeto, que llegó después del accidente, aseguró que era el guiador de la nave.