Como “sólo estropeó” con un grupo de amiguitos a un estudiante de la Escuela Secundaria Técnica No. 24, la juez de control Suemy del Rosario Lizama Sánchez le impuso medidas cautelares diversas a la prisión al también adicto Manuel Emir G. A.
En contra de este sujeto se decretó de legal la detención; se formuló imputación, y se expusieron argumentos de vinculación.
El imputado solicitó la duplicidad del plazo constitucional por lo que se señaló para continuación de la audiencia inicial el 9 de abril.
Se le impusieron medidas cautelares diversas por considerar la juez excesiva y desproporcional la medida de prisión preventiva instada por la Fiscalía.
La medidas cautelares son presentación a firmar; no salir sin autorización del Estado; sometimiento a vigilancia; no acercarse a la Escuela Secundaria Técnica No. 24 en un radio de 200 metros ni a la víctima menor de edad y sus familiares en la misma distancia, por todo el tiempo que dure el proceso.
Los hechos fueron denunciados por una señora de identidad reservada por los ataques que sufrió su hijo.
Cabe mencionar que Manuel enfrenta los delitos de lesiones y contra la salud en su modalidad de narcomenudeo en su variante de posesión simple del narcótico denominado cannabis o mariguana.
Los hechos
El 1 de abril, alrededor de las dos de la tarde, el menor de identidad reservada, cuando se encontraba sobre la calle 17 Oriente entre 28 y 81 Poniente de la Unidad Habitacional Morelos, fue interceptado por un grupo de pseudo estudiantes y el ahora procesado, que es mayor de edad.
Sin motivo alguno aparente y aprovechando que eran más, Manuel se acercó al menor y le dio un puñetazo en el ojo izquierdo, ocasionando que cayera.
Esto lo aprovecharon sus cobardes acompañantes, adolescentes de identidad reservada de iniciales L.D.A.C. y C.D.M.S., y otros, para golpearlo entre todos con sus puños en diversas partes de su cuerpo.
De esta forma, le ocasionaron lesiones que fueron catalogadas como aquellas que por su naturaleza no ponen en peligro la vida y tardan en sanar más de quince días.
Al ahora procesado se le encontró dos bolsitas con cannabis con peso de más de diez gramos, suficientes para un par de “churros”.