Los cinco ministros de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dejaron sin materia el recurso de revisión presentado por la coadyuvancia del malogrado psiquiatra Felipe de Jesús Triay Peniche y quedó totalmente libre de toda culpa el ex presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán, Enrique Lara González.
El amparo directo por el recurso de revisión fue contra la sentencia que emitió el 16 de diciembre del 2016 por la Primera Sala Colegiada del Sistema de Justicia Penal Acusatorio y de Ejecución de Sanciones y Medidas de Seguridad que dictó la revocación de la sentencia absolutoria emitida a favor de Lara González y ratificó la sentencia condenatoria de 35 años en prisión en contra del psiquiatra potosino Pablo Santos García Gutiérrez.
Posteriormente, mediante un amparo que emitió el Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa de 14 Circuito, se dejó sin efecto la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado en contra de Enrique Lara González, al que no se le pudo comprobar la autoría intelectual en el homicidio de su colega Triay Peniche.
En resumidas cuentas, se dejó sin materia el recurso de revisión.
Lo anterior representa un severo revés en contra del Poder Judicial del Estado que no pudo condenar a Lara González, al que, desde un principio, se le detuvo y procesó con severas irregularidades.
En febrero del 2017, mediante una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal de Casación ordenó al Tribunal Segundo de Juicio Oral que cancele la orden de aprehensión emitida en contra del ex presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán.
El amparo indirecto que promovió su defensa se volvió amparo directo, en razón a que dicha jurisprudencia considera que sentencias como la casación son definitivas.
Por eso el Juzgado Quinto de Distrito declinó competencia al Tribunal Colegiado y este último aceptó la competencia para conocer del amparo.
El autor material directo del crimen, el también psiquiatra Pablo Santos García Gutiérrez, que aún permanece en prisión, fue condenado a 35 años de cárcel y al pago de 35 millones 600 mil pesos.
El truculento crimen
Como se recordará, el 18 de agosto de 2014 un “viene viene” reportó que de una camioneta aparcada en el estacionamiento de un supermercado de Ciudad Caucel emanaba un olor pestilente y que estaba ahí desde hacía unos días.
Al llegar una grúa y llevarse el vehículo, una camioneta marca…., al ser abierta se hallaron dos cajas de cartón (de equipo de aire acondicionado) en cuyo interior había restos humanos desmembrados y en avanzado estado de descomposición por el calor de esa temporada.
Al investigar, se supo que el cadáver descuartizado pertenecía al psiquiatra Felipe Triay, quien había sido reportado desaparecido desde el lunes 16 por su ex esposa, y la camioneta era de su propiedad.
Las investigaciones llevaron a la detención de Lara González, amigo, colega y socio de la víctima, y de Pablo García. Según las indagaciones, Enrique Lara era el autor intelectual el truculento crimen, y García Gutiérrez, al autor material.
El crimen ocurrió en el segundo piso de un predio de la colonia García Ginerés, el viernes 12 de agosto, cuando Triay Peniche fue drogado y luego apuñalado 23 con un picahielo. El cadáver fue llevado a la tima del baño, colocándosele varias bolsas de hielo para congelarlo, y posteriormente fue descuartizado y metido en esas cajas.
Para deshacerse del cuerpo, García Gutiérrez pidió ayuda a unos albañiles que trabajaban en la planta baja del predio, que sin saber lo que contenían, las colocaron en la camioneta que luego el asesino dejaría estacionada en el aparcadero del supermercado.