Después de un agarrón entre pandilleros del centro de Peto, elementos de la Policía Municipal tuvieron que hacerla de barrenderos y retirar las astillas de los envases de cahuamas en la calle 24 entre 31 y 33.

La tarde del sábado  vecinos del centro fueron testigos de una persecución y batalla campal entre jovenzuelos sin oficio ni beneficio, quienes se encontraron de frente e intentaron solucionar a golpes viejas rencillas de pandillas.

Después de liarse a golpes frente a la placita de San Antonio, dos malandrines se subieron a una moto, tomaron la calle 24 para huir de la zona y buscar refugio en su colonia. No obstante, pandilleros de la banda contraria los esperaban en la intersección de la 31 y 33 del centro.

Cuando iban pasando los motociclistas, la lluvia de botellazos inició e incluso uno estuvo a punto de caer de su vehículo por tremendo golpe en la espalda. Los vecinos que estaban en el lugar indicaron que los pandilleros se escondieron en un predio aledaño.

Al llegar los polis al lugar, la cosa ya había terminado, así que solo les quedó prestar una escoba y recogedor para quitar los pedazos y astillas de botella que habían quedado regados a lo ancho de la céntrica calle.