Inicio Policía Tiene 21 años y es un sádico: le propinó 44 cuchilladas a Mayra

Tiene 21 años y es un sádico: le propinó 44 cuchilladas a Mayra

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Tiene 21 años y es un sádico: le propinó 44 cuchilladas a Mayra
Tiene 21 años y es un sádico: le propinó 44 cuchilladas a Mayra

El chiapaneco Alexander o Alejandro Castellanos González, de 21 años, asesinó de manera inhumana y brutal, pues además de golpes le propinó 44 cuchilladas a la mesera Mayra Rosalía C. T., de 24 años de edad, en el interior de un deshuesadero de la colonia Francisco I. Madero, por lo que ya fue imputado por el delito de feminicidio.

La juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura primero obsequió una orden de aprehensión en contra de dicho sujeto, que se dio cumplimiento en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, donde se había refugiado.

Los hechos fueron denunciados por Rosa Guadalupe C. T.

Durante la audiencia, en donde otra vez no estuvieron presentes los grupos de indignadas y supuestas defensoras de los derechos de la mujer, como Adelaida Salas y Ligia Canto, la juez decretó como medida cautelar en contra del chiapaneco prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso.

La audiencia de vinculación fue programada para el 17 de diciembre, a las 12:00 horas.

El delito de feminicidio quedó asentado en la fracción quinta del artículo 394 quinquies, donde se establece que se comete este ilícito cuando prevalece una relación afectiva o de confianza entre el activo y la víctima.

Cabe señalar que la mujer presentó 5 heridas en el cráneo, 5 en el cuello, 3 en el tórax anterior, 18 en el tórax posterior, 1 en el abdomen, 10 en los miembros superiores y 2 en los inferiores.

Sin embargo, la mujer no murió de manera instantánea, sino que falleció momentos después porque se desangró.

Durante la lectura de las actas, salió a relucir que la víctima cuenta con dos hijos menores de edad, los cuales viven en Xaya, Tekax, de donde es originaria y que se encontraba separada del papá de los infantes.

Para mantenerlos, se desempañaba como empleada doméstica en el Country Club.

Sin embargo, como el dinero no le alcanzaba, una de sus hermanas la recomendó para que trabaje como mesera en el bar “La Isla” de la colonia Bojórquez, donde desde hacía cuatro meses estuvo laborando los fines de semana y alternaba esta actividad con la “ficha”.

Allí, quince días antes, conoció al chiapaneco, con el que estuvo alternando.

El sábado 8 de diciembre, se había puesto de acuerdo con sus hermanas con llevar a ingresar a su madre al Hospital O’Horán, pero en vez de eso la dejó en un albergue ubicado enfrente del citado nosocomio y se fue a trabajar al bar.

En la tarde de ese día, empezó a meserear y fichar, cuando de pronto llegó Castellanos González y la invitó a unas cervezas; más tarde, el sujeto se retiró, para regresar antes de la hora del cierre del lugar.

Para ese entonces, la joven se encontraba bastante tomada y una compañera de nombre “Mía”, al ver que se iba a ir con el sujeto, le pidió que se cuidara y ésta le comentó que le iba a pagar 700 pesos por estar un rato con él.

Al día siguiente, el propietario del deshuesadero ubicado en el predio número 178 de la calle 29 diagonal entre 34 y 36, de la colonia Madero, el señor Pedro Solís, al pasar por el lugar, se dio cuenta que estaba abierta la puerta del acceso de la parte de la vivienda.

Se asomó y encontró desnuda, en medio de un charco de sangre, a la joven, por lo que de inmediato dio parte a las autoridades.

Cabe mencionar que el chipaneco hace dos meses vivía en el lugar, pues por recomendación de su patrón, Jorge Alejandro P. C., que tiene un taller de herrería por el rumbo, le había dicho al dueño del deshuesadero que este sujeto podía estar ahí y servirle de vigilante, por los múltiples robos que había en su local.

Después de la localización y levantamiento del cadáver, se revisaron las cámaras de seguridad del bar y se obtuvo una imagen del sujeto que se retiró con la mesera, motivo por el cual se estuvo recorriendo terminales de autobuses y hoteles del Centro.

Fue en el hotel «México», situado en la calle 66 entre 71 y 73 del Centro, donde el encargado del lugar lo identificó, pues en horas de la madrugada del día 9 rentó un cuarto y se retiró alrededor de las 3 de la madrugada.

En ese lugar, abandonó una bolsa en cuyo interior había ropa manchada con sangre, y un folder con documentos personales.

Después se revisaron las cámaras de las terminales de autobuses y se pudo ver cuando abordó un camión con rumbo a Cancún, por lo que con sus datos, se le ubicó en ese destino turístico.

Por último, se supo que el chipaneco, a pesar de su corta edad, siempre ha estado metido en líos, pues salió de Cancún hace cuatro meses por haber lesionado a una persona y recién llegó a Mérida se puso a trabajar en una lonchería de San Sebastián, donde también hirió a un hombre.