Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Luego de volarse la luz roja del semáforo y provocar un accidente en el cual un menor de edad resultó lesionado, el guiador del Ikon de matrícula YXM987A aceptó su responsabilidad en los hechos ocurridos en la avenida Itzaes con calle 41, en vez de salir con el clásico que tenía luz verde. Gracias a ello de boleto pidió el apoyo de su aseguradora para mandar al niño lastimado a un hospital.

La onda fue que el Ikon jalaba sobre la calle 41 de oriente a poniente, y su guiador se descuidó peligrosamente al llegar a la Itzaes, pues no vio la luz roja, se atravesó en la preferencia, y embistió a la camioneta Hiace de matrícula YYG409A, de un colegio que llevaba niños a sus casa.

Por lo seco del golpe, los 12 chavitos que iban dentro terminaron sacudidos, y uno de ellos sí se llevó unos guamazos más fuertes, por lo que fue atendido por paramédicos que lo mandaron a un hospital para su valoración total, y todo fue más fácil de solucionar gracias a que el conductor del Ikon aceptó en todo momento su responsabilidad en los hechos y pidió ayuda de su aseguradora. Valor civil se llama eso, señoras y señores. Bien por él.