Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Singular accidente ocurrió la mañana de ayer en la calle 52 entre 53 y 51 del Centro de Mérida. Una mujer que intentaba abordar un autobús fue atropellada por un motociclista que chocó en la parte trasera de la unidad de transporte, y no sólo se llevó de corbata a la dama, sino que terminó el pobre impactado en una vagoneta Pointer estacionada, con daños en toda su humanidad y fractura de la patrulla derecha.

Fue un relajo, la verdad, pero le vamos a platicar. El motociclista Ricardo Sánchez Cobá iba en la nave de placas Y6ZK3, sobre la calle 52 hacia el norte, pero en el cruce entre las 51 y 53 vio que delante de él se detenía el autobús de ruta Copó 3, matrícula 801348Y, que a cargo de Candelario Montejo Aké se detuvo para abordar a la joven Liliana Quiroz Rangel, quien le pidió parada.

El chavo de la moto no pudo frenar a tiempo porque no guardaba bien su distancia, chocó contra la parte trasera derecha del autobús y salió disparado hacia adelante.

Tuvo tan buena puntería el bólido humano que se llevó como pino de boliche a la mujer, quien cayó al pavimento, en tanto que Ricardo Sánchez terminó reventándose contra un Pointer estacionado de numeral UUE1405. Llegaron de volada agentes y peritos de la Policía Municipal que pidieron una ambulancia, cayendo hasta allá paramédicos de la Cruz Roja que atendieron a Ricardo por fractura en la patrulla derecha, y a la chava por golpes por todo el cuerpo. El muchachón tuvo que ser llevado al Hospital Juárez del IMSS.

Empezó la bronca para saber quién era el culpable, si el camionero por detenerse a mitad de la calle y dar parada (debería hacerlo en la esquina), o el motociclista por chocar por alcance contra la unidad de transporte. La cosa quedaría en manos de los peritos de tránsito y en los representantes de las aseguradoras que llegaron hasta allá.