Redacción De Peso
MÉRIDA, Yuc.- Por tomar a toda velocidad la curva de la calle 20-A con 57-A del fraccionamiento Juan Pablo II, José Núñez Moguel, guiador de un Sonic de placas ZCX682A perdió el control del volante, se trepó al camellón y se embarró de cachete contra un poste de alumbrado público, y poco faltó para que atropellara a unas chavitas que salían de entrenar básquetbol.
Al parecer, el tal José estaba jugando arrancones, y al tomar la curva que está a espaldas del Aurrerá, se subió al camellón, giró su nave y de costado derecho chocó contra un poste metálico, al cual se le cayeron las lámparas, y gracias al impacto no se fue sobre unas chavitas que salían de su entrenamiento deportivo.
El entrenador, Ernesto Arellano, de lejos llamó la atención al automovilista, quien se enojó, bajó de su nave y le dio una trompada, pero el herido, con mejor condición física, se defendió y le dio sus buenos tamangazos al tipo, quien mejor huyó y se escondió en una casa, y luego agentes de la SSP se apañaron a los dos.