Redacción/De Peso
TEABO, Yucatán.- A casi un mes de la muerte de José Nery Gabriel Caamal May (a) “Nery”, en las celdas de la cárcel municipal de Teabo, bajo extrañas circunstancias, la Fiscalía General del Estado no ha concluido las investigaciones para descartar al cien por ciento que se haya tratado de un crimen por brutalidad policiaca.
Familiares de la víctima, hablaron con De Peso para confirmar lo anterior y asentar que todo parece indicar que se trata de una sucia maniobra para que las cosas permanezcan en el olvido y de esta forma no se pueda exhumar el cadáver, para no encontrar evidencias que incriminen a los policías que supuestamente lo golpearon y luego lo colgaron de los barrotes de una celda.
Entre estas evidencias, está el “surco apergaminado”, alrededor del cuello del ahora occiso, que fue demasiado profundo para las circunstancias de un “suicidio”, más porque el cuerpo no permaneció suspendido mucho tiempo y a una altura considerable y porque presuntamente se colgó con su ropa interior.
Dejaron en claro que al paso de los días han saltado más dudas que circunstancias que clarifiquen los hechos.
Expusieron que no se han presentado a declarar tres policías municipales (que bajaron el cadáver, sin observar los protocolos de actuación en estos casos) y el director del Centro de Salud de Teabo, el doctor Mario Pech Carrillo), que firmó el acta en donde se asentaba que el preso estaba bien y que una vez descubierto el cadáver buscaron que sea aprobada por la familia.
Incluso, se maneja el hecho que el presidente municipal, Daniel Fabián Puc Naal, se ha contradicho, al igual que el comandante de policía, al señalar que quien firmó el acta fue una doctora de nombre Martha.
Aclararon que este doctor estuvo acompañando a la hija de 16 años del difunto y preguntan ¿en qué momento salió de su clínica para irlo a revisar?
También preguntan que de dónde agarraron un certificado donde se asienta que el ahora occiso sufría alucinaciones.
En cuanto al alcalde Puc Naal, refirieron que el único apoyo económico que ha recibido la familia de él es la “caridad” de mil pesos que mandó con su tesorero y que lo único que hizo, una semana después, fue ir a verlos, pero sin concretar ninguna ayuda.
Indicaron que era falso lo declarado por el edil, que los apoyó con la renta de 150 sillas y mercancía para el velorio, pues no mandó ninguna, que la familia pagó 100 y el resto las envió una aspirante a alcalde.
Sólo han firmado un documento para una entrega de apoyo.
La única ayuda es en el transporte para que la hija menor de edad acuda a terapia psicológica, pero a los demás miembros de la familia los han abandonado a su suerte por el alcalde saliente.
El 1 de junio declaró el último policía y desde esa fecha se han estancado las investigaciones.