Redacción/De Peso
KINCHIL, Yucatán.- bañado en su propia sangre descubrieron a Marcelino D. C. (a) «Tupi», popular bebedor consuetudinario, quien se golpeó seco la frente al darse un azotón por la calle 24 entre 27 y 29 de Kinchil.
Los vecinos se llevaron tremendo susto al ver tirado al teporochito, a quien le escurría un líquido rojo con olor a alcohol por la cara, así que llamaron de volada a la Policía Municipal.
Resulta que el «kinchilebrio» Tupi, de 56 años, apenas se recuperaba de su cruda, cuando volvía a las andadas ayer por la mañana sobre dicha arteria, pero por tanto trago ingerido en un momento dado perdió el equilibrio y cayó boca abajo.
Los uniformados locales atendieron la solicitud de “Tupi”, quien pidió que sea trasladado a su cantona en la colonia San Judas, para que su esposa cure sus heridas con agua y con jabón, porque el alcohol ya se lo había tomado.