Una veladora encendida prendió una cortina y empezó la quemazón que arrasó con todo lo que había en un cuarto.

Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Una madre muy devota ocasionó un incendio en la casa que renta; por suerte, al momento que las llamas consumieron todas sus pertenencias ni ella ni su hijo se encontraban al interior, pero se metió en una broncota pues tendrá que arreglárselas con la dueña de la propiedad para dejarla como se la dieron.

Le contamos que doña Julia Araceli Puc, de 31 años, renta una casa ubicada en la calle 10 entre 33 y 35 de la colonia Los Ceibos del municipio de Umán, donde vive junto con su hijo de 13 años, y como es muy creyente de los milagros le prende sus veladores a los santos para que encuentren el camino hasta ella.

Así lo hizo también ayer, solo que después de rezar sus oraciones y prender las veladores, salió a comprar lo necesario para la comida sin pensar que dejar fuego sin supervisión puede traer graves peligros. Y así fue: el aire movió la cortina, la cual pegó con la veladora y en unos pocos minutos todo había prendido.

Los vecinos, al darse cuenta llamaron al 911, para avisar y pedir ayuda, pues tenían miedo que el fuego brincara a otras casas. En pocos minutos llegó la patrulla 2139 de la Secretaría de Seguridad Pública y la unidad 839 del cuerpo de bomberos, que apagaron el incendio rápidamente.

Doña Julia no podía creerlo cuando vio que sus cosas se habían chamuscado y que ya no podrán vivir en ese lugar, pero además tendrá que pagarle a su arrendataria por los daños de la casita.