Aún no se sabe quién pudo haber asesinado a Imelda Alejandra, de 26 años de edad, ni cuál pudo ser el motivo. La Policía ya lo investiga como feminicidio, aunque también pudo tratarse de un lío de drogas.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Con la entrega del cadáver de la joven Imelda Alejandra T. B., de 26 años de edad, salen a relucir más detalles escabrosos de lo que podría haber sido un feminicidio, un problema por líos amorosos o una ejecución por asuntos relacionados con las drogas porque hasta un tiro postmorten tenía el cuerpo.
El cadáver de la joven fue entregado el pasado sábado a su señora madre, Angélica María B. V., que un día antes no aceptaba que el cadáver que le mostraron en el anfiteatro de Mérida fuera el de su hija, porque tenía un trauma por estrés.
Sin embargo, el cuerpo de Imelda Alejandra fue identificado por dos tatuajes que todavía se encontraban visibles en un brazo, los cuales coincidieron.
El cuerpo, confirmó la Fiscalía General del Estado, había recibido un disparo en el cráneo, con un arma de bajo calibre, cuyo proyectil se le alojó en el cerebro. Sin embargo, la causa de la muerte fue certificada como estrangulamiento.
El supuesto novio de la víctima, Emmanuel U. U., hasta el momento no se presenta ante las autoridades para rendir su declaración.
Se ha abierto un oficio de colaboración, con la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, pues la ahora occisa, aunque era oriunda de Oxkutzcab, radicaba en Tulum, Quintana Roo.
No se descarta que se le haya dado muerte en ese lugar o en el trayecto a Oxkutzcab.
Cabe mencionar que el cuerpo se encontraba completamente desnudo y en avanzado estado de putrefacción, pues supuestamente se vio con vida a Imelda, la última vez, el 14 de diciembre y fue encontrado en una brecha ubicada en el tramo carretero Oxkutzcab-San Antonio Kucheil, al sur de la entidad.
Una de las principales líneas de investigación en torno a este hecho es el feminicidio, por el cual se ha abierto un protocolo especial para este tipo de casos.
También está el de tipo sentimental con el supuesto novio que tenía en Oxkutzcab y también, al parecer, tenía una relación amorosa con una muchacha que vivía con ella en Tulum.
Esa mujer llegó a Oxkutzcab a verla el 13 de diciembre; el jueves 14 fue a una fiesta en un taxi de Oxkutzcab.
El taxi la dejó en una casa del fraccionamiento San Juan, en una calle que conecta con el camino donde fue abandonado el cadáver, por eso se cree que la víctima estuvo en una fiesta en ese domicilio, donde hubo bebidas alcohólicas y drogas.
Igualmente, se habla que solía irse hasta tres días de parranda, le gustaban las drogas y estaba vinculada con pandilleros de la urbe sureña.