Como vio que no podía sacar su auto de la «trampa» en la que lo metió, el conductor mejor se metió al bar de enfrente a seguir disfrutando de la vida.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Cínico resultó el guiador de un Aveo, que anteanoche que conducía sobre la calle 22 del fraccionamiento Juan Pablo II, pero en el cruce de la 5-I, debido a que estaba bien pedernal se subió a la guarnición de una glorieta y aunque hizo hasta lo imposible por bajar su nave de allí, nomás no lo consiguió, pues no le quedó «más remedio» que abandonar su auto y se metió a un bar a seguir chupando.
Literalmente tiró la toalla el briagoberto guiador del Aveo. Curiosos que aseguraron haber visto todo el show, dijeron a agentes de la SSP que el conductor del vehículo se encaramó en la glorieta y aunque intentó bajarse y fracasó, descendió de su auto y mejor cruzó a un barecillo a seguir dándole al chupe.
Al llegar al lugar oficiales de la SSP y no encontrar a nadie, optaron por solicitar a un perito de tránsito que llegó, tomó nota de lo sucedido y pidió una grúa para darle bodega al Aveo. Cuando menos el briago de la nave, aunque se quedará sin auto unos días, se salvó de chupar bote. ¡Salud!