Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- La funcionaria de Sedesol estatal, Diana Paredes Lavalle, otorgó el perdón a su expareja sentimental Ernesto Jesús Fernández de la Cuesta y para eso pidió que se le impongan medidas de protección porque teme por su vida.
Antes de que se efectúe la audiencia de vinculación en el juzgado de control del juez Rómulo Antonio Bonilla Castañeda, las partes ya habían llegado a un acuerdo.
La víctima, previamente, expresó a la autoridad judicial su deseo de otorgar el perdón, lo cual hizo en ese acto, por lo que se decretó el sobreseimiento de la causa y se estableció un pago por concepto de la reparación del daño en 3 mil pesos.
Así también, la fiscal investigadora pidió medidas de protección a favor de la víctima, otorgándose la restricción al imputado de acercarse a la quejosa, a su domicilio y cualquier lugar en la que ésta se encuentre, así como cualquier tipo de comunicación con ella.
El 23 de septiembre, aproximadamente a las 8 de la mañana, Fernández de la Cuesta acudió al domicilio de la querellante, con quien tiene una relación sentimental, a fin de que ésta le entregara sus pertenencias, las cuales había metido en bolsas para la basura, pero en una de ellas la agraviada puso un arma de perdigones que siempre ha tenido el sujeto.
Al ver la pistola, la amedrentó al ponérsela en la frente y con la cual la golpeó, al tiempo que la empujaba y le decía que quería regresar.
Sin embargo, al decirle la mujer que no, él se molestó y le dio un golpe con el puño cerrado en la nariz, ocasionando que cayera sobre el sillón y comenzara a sangrar.
Acto seguido, tomó el teléfono celular de la afectada, que al tratar de salir de la casa, fue sujetada del cabello por De la Cuesta y en un momento dado logró zafarse de él y salió de su predio para pedir auxilio.